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martes, 19 de marzo de 2013

Lindsay Lohan, condenada a rehabilitación



La actriz Lindsay Lohan evitó hoy la cárcel a cambio de pasar tres meses en un centro de rehabilitación como condena por incumplir su libertad condicional tras mentir a la policía en un accidente de tráfico que sufrió en junio de 2012.
Lohan, de 26 años, aceptó finalmente el acuerdo propuesto por la fiscalía de Los Ángeles y renunció a defenderse de los cargos para evitar una sentencia de 180 días de prisión que entrará en vigor si la que fuera estrella infantil de Disney no cumple con la pena a rajatabla.



Además de la rehabilitación, la artista tendrá que someterse a 18 meses de terapia psicológica y 30 días de servicios comunitarios.

Conducción temeraria

Lohan fue denunciada en noviembre por las autoridades en Los Ángeles por mentir, obstruir el trabajo policial y conducción temeraria en relación con un accidente sufrido en junio cuando iba en su Porsche a un rodaje.



El deportivo de la actriz chocó con un camión y ella negó que estuviera al volante, algo que para los agentes quedó demostrado.
La protagonista de «Mean Girls» y «Freaky Friday» se encontraba en libertad condicional por un delito de hurto en una joyería en 2011y al aceptar hoy el acuerdo con la fiscalía reconoció implícitamente que incumplió lo establecido para seguir en la calle



El alcohol y sus problemas al volante son un denominador común en las andanzas de la actriz, que en 2005, cuando aún era menor de edad, ya asistía a reuniones de Alcohólicos Anónimos y admitía ser bulímica y consumir drogas.
En agosto de 2007 se declaró culpable de cinco cargos por conducir borracha y poseer drogas, y fue condenada a cuatro días de cárcel, aunque su pena se redujo por un acuerdo judicial y Lohan no pasó ni una noche entre rejas.



Desde aquel año, ingresó varias veces en centros de desintoxicación, fue acusada de dos atropellos y el robo de un abrigo de visón y en 2010 cumplió 13 días de cárcel de una condena de 90 días por reiteradas violaciones de su libertad condicional.
En 2011, los dueños de una joyería de la ciudad de Los Ángeles la denunciaron por apropiarse indebidamente de un collar y fue sentenciada a 120 días de prisión y 480 horas de servicios a la comunidad, esta vez como limpiadora en un depósito de cadáveres.
Aquella pena se quedó en cinco horas de estancia en prisión y 35 días de arresto domiciliario.
El pasado mes de noviembre fue detenida por una supuesta agresión a una mujer en un club nocturno de Nueva York.

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