Los Ángeles -- La cantante Jennifer López emitió un comunicado de disculpa tras cantar el pasado sábado para Gurbanguly Berdimuhamedow, el líder de Turkmenistán, considerado uno de los regímenes más represivos del mundo.
La artista estadounidense de origen puertorriqueño quiso aclarar lo ocurrido tras recibir las críticas de la organización defensora de los derechos humanos Human Rights Foundation (HRF) por su actuación en ese país.
Según el comunicado, publicado por el portal E! News, la actuación de López estaba prevista como parte de un concierto “patrocinado” por el gigante China National Petroleum Corporation (CNPC) y “presentado para sus ejecutivos locales en Turkmenistán”.
En el comunicado se especifica que el concierto no se trataba de un “evento gubernamental” ni era de “naturaleza política”.
“El evento fue aprobado por sus representantes; si se hubiese tenido conocimiento de problemas de derechos humanos de cualquier tipo, Jennifer no habría asistido”, añade la nota.
Según el comunicado, López cantó el “cumpleaños feliz” al líder de Turkmenistán, que cumplía 56 años, después de que el grupo CNPC lo solicitara en el último momento antes de que la artista subiera al escenario.
El mánager de la artista, Benny Medina, dijo al portal TMZ que el equipo de la cantante no supo de la presencia del mandatario en el evento hasta instantes antes de que López comenzara a cantar.
La actuación de la artista se produjo apenas unas semanas después de que apareciera junto a Beyoncé en el cartel de un concierto benéfico en el Twickenham Stadium de Londres, para recaudar fondos para la ONG “Chime for Change” (“Sonidos para el cambio”).
“Chime for Change” es una organización fundada por la firma moda Gucci que busca promover el desarrollo de niñas y mujeres desfavorecidas a nivel global.
En marzo de 2011, López rechazó dar un concierto privado para el líder libio Muamar el Gadafi, que estaba dispuesto a pagar hasta 2 millones de dólares por la actuación de la artista.
López se negó a participar en las fiestas de la familia Gadafi en las que contaban con cantantes de primer nivel internacional como Beyoncé, Mariah Carey, Nelly Furtado, Usher y el rapero 50 Cent, quienes recibieron hasta 1 millón de dólares por cantar para el clan del mandatario árabe.
Beyoncé y Nelly Furtado, que sí aceptaron la propuesta millonaria de la familia del líder libio, anunciaron posteriormente su interés en que el dinero que ingresaron fuera a causas benéficas.
En el caso de Beyoncé, sus ganancias fueron a parar al fondo creado por Bill Clinton y George Bush para la reconstrucción de Haití.
El último informe del Departamento de Estado sostiene que en Turkmenistán “oficiales de seguridad torturaron y golpearon a sospechosos, prisioneros y a personas críticas con el gobierno con el fin de hacerles confesar y como una parte del castigo”.
Turkmenistán es uno de los países más opacos del mundo y también uno de los más ricos gracias a sus ingentes reservas de hidrocarburos.
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